No, no es un "hola" feliz.
Ayer fue un mal día.
Bueno, malo no, lo siguiente.
Pésimo. Malvado. Maligno. Execrable. Infame. Cruel.
(si, he echado mano del diccionario de sinónimos, so what?)
Comenzaré, como dice Manolito Gafotas, por el principio de los tiempos.
Ya llevaba un mal día de curro, pero ahí no voy a entrar, porque este blog no es para eso y porque no es novedad.
Ayer la Burgue y yo fuimos a Bodyattack. Queríamos correr ANTES del gimnasio, por el tema que comenté ayer, de no salir a la calle sudadas con el riesgo de quedarnos frías. Pero no fue posible, por Murphy y el gran atasco que provocó un accidente con un motorista (que espero que esté bien, por cierto).
Total, que llegamos por los pelos al Bodyattack.
Ah, se me olvidaba, ya hubo drama antes de entrar al bodyattack. Resulta que soy aracnofóbica perdida. Hasta un punto con ocho palitos dibujado en un folio me da rollo. Así que cuando llegamos al gimnasio y resultó que estaba decorado en plan Halloween, pues imaginaos. Guirnaldas hechas con mis amigas (no) de ocho patas, toda la recepción cubierta de telarañas....bonito, bonito, vamos....
Bajé la mirada al suelo y conseguí llegar a los vestuarios con un poco de dignidad (o eso quiero pensar).
El bodyattack, para la que no lo sepa (y no haya sido curiosona de buscarlo en google), es esto:
(básicamente, como el aerobic de toda la vida, pero más a lo bestia y sin calentadores ni cintas en el pelo)
Total, que lo dimos todo en el Attack y después teníamos cuatro opciones:
- Hacer bodypump
- Correr en la cinta
- Salir a correr fuera
- Ir directamente a la ducha
La primera estaba descartada, porque estábamos muertitas, y la cuarta también, por el reto que tenemos de correr aunque sea un poco todos los días. Y estábamos muertas, pero no del todo. Faltaría más.
Nos vinimos arriba y elegimos la tercera opción. En qué momento...
Salimos. Bajamos las escaleras (es un centro comercial). Nos echamos a la calle. La noche está fresca, pero no hace frío, ponemos un temazo en el Spotify, enganchamos al amigo Endomondo y nos ponemos a correr.
300 metros. Un adoquín que debería estar y no está. La bycheja en modo superman.
Volé, amigas. Y yo, no os creais, sé volar, lo que no se es posarme.
Así que di con todos mis kilos en el suelo.
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| Meeeee voy! |
(lo mismo lo registró la escala de Ritcher. O lo mismo en los próximos días hay algún Tsunami. Estad atentas)
Como yo, además de drama, soy comedia, no podía faltar el momento surrealista. Imaginad la escena:
- Bycheja sentada en el suelo agarrándose el tobillo derecho "Dios qué daño" y secretamente pensando "me habrá visto mucha gente?"
- La Burgue primero asustada después intentando no reirse (lógico y normal, son las dos fases de las caídas ajenas: primero te preocupas y luego te ríes, o te ríes directamente, pero eso es peligroso porque si el que se ha caido se ha hecho daño de verdad viene la tercera fase: culpabilidad)
- Dos personas a mi alrededor que pasaban por allí (o esperaban al bus, había una parada cerca) y, como están en la primera fase (preocupación) no paran de preguntar "estás bien?"
Y en esto, amigas, levanto la vista y ahí está: una ambulancia.
No me puede estar pasando esto.
Murphy ahí, siempre presente. Quieres una ambulancia? no llega. Quieres que te vea el menor número de personas posible? Pues ahí está la ambulancia. A lo loco.
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| Estás bien? claroooo claroooo.... |
Chicos de la ambulancia: estás bien?
yo: creo que si, pero oye, un servicio cojonudo eh? Qué rapidez.
Chicos de la ambulancia: ya ves, para que luego digan que tardamos.
Surrealista o no?
En fin. Nos sirvió para reirnos y a mi para relajarme un poco. Conseguí llegar a duras penas al gimnasio, recoger mis cosas y llamar al costillo que me fuera a recoger.
Llegué a casa, me duché, me puse hielo, me eché cremita, caminé por casa, y pensé, buah, no tengo nada.
Pero esta mañana me he levantado, y en cuanto he plantado el pie en el suelo...dolor! Miré al tobillo y...me ha salido un huevo!!!!!!
Total, que el costillo me llevó a urgencias, tengo un esguince, me han vendado el tobillo y me han dicho que 7-10 días, aunque yo ya he pedido cita con el fisio para mañana, que me lo arreglen cuanto antes.
Menudo estreno he tenido. Con mi historial, no podía ser de otra manera. Siempre me pasa algo. Sigo dando gracias de haberme caído en la calle y no de la cinta en el gimnasio, algo es algo.
Pero no me pienso rendir. Eso que quede claro. Sigo teniendo la esperanza de correr esa maratón neoyorkina. La carrera de las Aficiones ya está descartada, obviously, pero hay muchas más. La San Silvestre, por ejemplo. Sigo esperando que mañana me llamen y me digan que he sido seleccionada para el plan de entrenamiento de Mi Barrio Corre (os lo expliqué aquí) y poder empezar a correr por el Retiro con ellos. Y contaros en Abril mi experiencia con el medio maratón. Y que Asics me patrocine (poooooorrfaaaaaaaaa)
Mientras tanto, me voy a dedicar a otra de mis grandes aficiones, las series! Breaking Bad allá voy!
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