(Antes de que me digáis nada, ya se que es Domingo de Resurrección, no viernes. Pero quedaba bien el título, así que me concedo a mi misma la licencia artística)
Amigas!
Resurjo cual ave fénix victoriosa sobre la batalla contra los virus malvados!
Vamos, que me encuentro mejor ya.
Menudo trancazo.
Me queda una tos perruna-viejuna-asquerosuna pero nos hemos sentado, hemos hablado y hemos decidido que tenemos que aprender a convivir juntas una temporada. La tos me deja moverme durante el día y a cambio no me deja dormir por la noche.
Y en estas andamos.
En estos días que no habéis sabido de mi básicamente lo que he hecho ha sido trabajar, toser y comer.
Y las tres cosas las he hecho en cantidades industriales.
Lo de trabajar como una esclava vietnamita ya es costumbre, nada nuevo, lo de toser ya os he contado antes, y lo de comer...no se si es el aburrimiento de estar en casa por las tardes, el estrés del curro que me da ansiedad, o que los antibióticos y demás potingues dan hambre. Pero ha sido un no parar.
Pero, milagrosamente, la báscula no se mueve. Será que los virus se han ido comiendo todo lo que he ido engullendo? Será que también tengo la solitaria? Tendré que cambiarle las pilas a la báscula?
Yo creo que simplemente es que estos últimos días he comido mucho, pero al principio de estar mala sobreviví a base de caldos y zumo de naranja.
Y oye, pues todo se compensa.
Ayer estuve con una nutricionista nueva, porque creo que ya os dije que tenía ganas de volver a empezar con el mundo dieta. Aunque en realidad nunca lo he abandonado. Desde septiembre de 2013 que empecé a adelgazar, sigo en la lucha.
Lo podemos llamar, para que en este blog haya alguna palabra runner, "una carrera de resistencia".
Así que ayer quedé con esta chica, muy maja ella, y lo más importante, me pareció que sabía de lo que hablaba.
(lo mismo me estaba metiendo una bola del tamaño de Texas, pero vamos, a mi me convenció)
Estuvimos como media hora hablando de temas de nutrición, lo importante que es darle al cuerpo lo que necesita DIARIAMENTE, es decir, proteínas, grasas, hidratos, etc. en su justa medida para que el cuerpo funcione bien y queme lo que no necesita.
Me subió a una de esas básculas que te miden la grasa, el agua y demás.
Qué vergüenza, soy casi la mitad grasa! Me salió una edad corporal de 48 años! Vengaaaaaaaaaaa hasta luego!
Así que nada, habrá que ponerse otra vez manos a la obra, a dar el callo para bajar esos porcentajes de grasa poco a poco.
Y con esta mentalidad, me fui a Bodypump. Con la Burgue. Que hacía ya que no la veía...dos semanas por lo menos. Entre trabajo, viajes y enfermedades...menudo plan.
Según llegamos al gimnasio....buf...qué pocas ganas. Lo comentaba ayer con Burgue, que cuanto menos haces, menos quieres, más te atrapa el sillón. Qué difícil es volver a coger el ritmo.
Eso sí, una vez en la sala, cuando cogí la barra, casi se me quitó hasta el gripazo.
(Bueno no tanto, tosía y tenía ganas de morir, pero a la vez estaba feliz)
Qué ganas tenía de volver a hacer deporte.
Hoy estoy un poco muertita, pero es normal, claro, después de 10 días sin moverme...
Esta tarde voy a otro centro, en busca de la dieta perfecta, y a aprovechar que es jornada de puertas abiertas y me van a dar una sesión de gimnasia con electroestimulación y otra de criosauna, todo by the face.
Y el domingo tenemos un entrenamiento especial en Running Company, de cara ya a preparar la media maratón de abril.
El lunes os cuento todo! Pasad buen fin de semana amigas!
