miércoles, 21 de enero de 2015

A martes yoguis, miércoles runners!

Namasté, amigas!



He sobrevivido a mi segunda clase de yoga. Yay! 

Y no ha sido fácil eh? El martes pasado la cosa fue de respirar, respirar y respirar tanto que si me quedo embarazada el cursillo ese de parto sin dolor me lo convalidan fijo. 

Yo creo que la profe lo hizo aposta, como era la primera clase, me lo puso fácil para que volviera.

Qué dolor de piernas, amigas...entre el running y el yoga voy a hacer unas patorras...la celulitis se va a ir pero por miedo.




No se los nombres técnicos-oficiales de los movimientos (asanas) que hicimos, pero por ejemplo uno de ellos era como una rana que juega a ponerse y quitarse los tacones: en cuclillas, con las manos en namasté (ese nombre si me lo se, jeje) y hala! De puntillas, aguanta, talones al suelo. De puntillas, aguanta, talones al suelo. 

A partir de la tercera repetición es: de puntillas, tiembla, señor llévame pronto, talones al suelo, con cuidado no te caigas para atrás.

Otro movimiento que hicimos fue la cobra (la cobra de yoga, no la de garito de sábado por la noche) que yo me la sabía porque hace años hacía bodybalance.

(Inciso: el bodybalance es una mezcla de yoga, taichi y pilates, os lo explican mejor aqui)

Pero esta cobra era especial, amigas, porque luego tenías que tirar el culo para atrás y para arriba y quedarte en lo que llaman la postura del perro, aunque yo no he visto ningún perro que haga eso. 

Así que de cobra a perro sin apoyar la barriga, apretando el culo y pasando otra vez por señor-llévame-pronto.

También hicimos algo que se llamaba la mariposa creo, aunque en mi caso no se si es la polilla o el abejorro porque cualquier parecido entre lo que hacía la profesora y lo que hacía yo era pura coincidencia.

Para ser la segunda clase, la verdad que me sentí muy bien y ya noté más concentración, más relajación y menos ganas de reirme.

(Bueno, hubo un ejercicio de respiración con la mano en la garganta, teniamos que medio roncar-medio rugir bajito y ahí me costó no reirme, para qué os voy a engañar)

Después del yoga tocaba pilates.

Aquí es donde pierdo toda mi dignidad. 

Burgue se parte al verme, la jodiapoculo.

Encima el profesor (el curcusillo, que tambien nos da spinning) es duro de narices. 

El día que pueda seguir una clase suya sera porque tengo abdominales de piedra y culo de acero.
He visto esto en pinterest y no me he podido resistir xD


Pero de momento los tengo que tener de chicle porque no aguanto ni con las piernas arriba. 

Las agujetas que me esperan van a ser buenas. Porque yo lo intento, asi que fuerzo, y hoy lo voy a pagar, y lo sabes.

Hoy, según mi plan personalizado, toca correr. 4k, series y 2k más. A ver si engaño a alguien para que se venga conmigo, y si no pues saldré yo por el Retiro, a ver si hoy no sufro ninguna llamada de la naturaleza ni lluvia sorpresa.

Y a ver si se empiezan a notar los super-beneficios-milagrosos-increíbles del yoga en el running!


Todo son ventajas



Mañana os cuento.







2 comentarios:

  1. animo con el pilates!! ya veras como endurecemos la tripilla!!!
    Pero no me rio, simplemente es que con cualquier cosa pierdo la concentración.¡¡¡ Me parto sola!!! si lo juntas ya con el momento 'monitor colocandome la camiseta', pues concentración poca.

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    1. Ay Burgue, pero tú no pesas, yo no puedo con mis piernas!
      El curcusillo da muchos momentazos, como la posición del culo-pollo! xD

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