martes, 27 de enero de 2015

El día de la marmota


Despertador, ducha, tren, trabajo, tren, ducha, dormir.


Despertador, ducha, tren, trabajo, tren, ducha, dormir.



Y así sucesivamente.


(Bueno, entremedias hay más cosas: café, comer, discutir, deporte, vestirme, achuchar gatos...)




Gran película
Siempre me pasa lo mismo. Cuando pasan dos o tres semanas de las fiestas navideñas, o de las vacaciones de verano, y me veo de nuevo metida en la rutina y sin expectativas de un viaje o algo que me motive, me recuerda al día de la marmota.

Y es un horror, amigas.

Un euromillón quiero. O un bonus. O lo que sea.

Pero no caerá esa breva, ains.



Así que me tengo que conformar con ir metiendo pequeñas cosas en mi vida que la hagan un poco más interesante. 

Como por ejemplo viajes (París, alla voy!), conciertos (el próximo el de Monarchy el 21 de febrero) y quedadas varias con amigos.

Y deporte, claro. Lo próximo que se les ha ocurrido a mis chicas de Running Company es una clase de Bikram Yoga.

Este tipo de yoga se hace en una sala a 40º y una humedad del 40%.

Vamos, que si lo haces en Benidorm o en Sevilla en agosto no necesitas sala. Lo haces en la calle y tan divinamente.

Después de mis primeras experiencias con el Yoga (hoy voy a la tercera clase) pues mira, me ha parecido por lo menos interesante probar, salir de la rutina y además, de tanto sudar, se nos va a quedar una piel de anuncio.

Aunque claro, ahora soy una duda con patas con respecto al outfit. Como no podía ser de otra manera.

Qué llevar a una clase de Bikram yoga?

La respuesta que me ha dado google es un horror: pantalones cortos y parte de arriba de bikini o sujetador deportivo.

(No way!)

Menos mal que luego me he ido a las imágenes de google y hay gente con camiseta de tirantes. 

(suspiro profundo de alivio)

Ahora, de los pantalones cortos no me libro. Habrá que empezar a acostumbrarse a lucir las patorras.


Ayer tuvimos entrenamiento de RC y, como siempre, salí feliz. 

Because I'm happy...
Durante el calentamiento tuve una charlilla motivadora con Jose, el profe, porque iba yo un poco frustradilla por el tema de no bajar de tiempo y seguir en plan lentitud-babosa-tortuguera. 

La conclusión es que "paciencia tener debes, joven padawan". Vamos, que no es momento de pensar en velocidad, sino en ir aumentando resistencia y técnica. Todo llegará.



Tengo que repetirme más eso de que soy una tortuga, pero tortuga feliz.

Después del calentamiento y unos ejercicios de técnica, nos volvimos a ver las caras con el señor Fartlek (aquí podéis ver mi otra experiencia con Mr. F). 

La verdad es que fue menos duro que la otra vez porque la distancia para recuperar era más larga. Estuvimos dando vueltas a la rosaleda, con una recta de alrededor de 200 metros en la que había que darle chicha a las piernas.

Cuatro vueltas. Llegué sin resuello, pero llegué. Y además con felicitación incluída, oleeee! Que me dijo el profe que debía de tener buena genética, porque me dosificaba bien y mantenía el ritmo y no se qué más. La verdad es que estaba intentando no morirme mientras me lo decía y no me enteré muy bien. 

Aún así, yay! 

Me fui a la camita más feliz que un regaliz. Y hoy tengo agujetas, pero agujetas felices.

Cuando llegue el momento de moverme en Yoga y pilates hoy, no se yo si serán tan felices, pero mientras tanto, mejor no pensar en ello.

Mañana os cuento!
























2 comentarios:

  1. Flor me encantan tus post!! Transmitesesa ilusión y satisfacción personal que todos los que hemos descubierto el deporte hacerelativamente poco tiempo sentimos!! Me siento superidentificada contigo en todo lo q cuentas y por eso me encanta leerte!!! Besitos!!!

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    1. Gracias amor! Es que es lo que tengo, una ilusión tremenda y una satisfacción de ir consiguiendo poco a poco los objetivos!
      Tú también estás on fire eh? Dentro de nada maratonianas! Que me apetece a mi la de Sevilla! Besotes!

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