People can't surrender

Tenía pensado titular el post de otra manera.

(Concretamente "las cuestas son el mal" o "las escaleras del averno", como me sugerían los marines ayer)

Pero ayer por la noche la culebrilla nos envió una canción motivadora con una letra sencilla, pero genial.

Esta es: 

Aquí tenéis el enlace a la letra. En inglés, eso si. 

(Inciso: el título del post significa "la gente no puede rendirse")

Después de la clase de ayer, este tema me venía al pelo. No sólo por mi, sino por todos los compis marines.

La mayoría había corrido el domingo la norte-sur, otro contaba su fin de semana con los niños en competiciones y fiestas varias, otro había estado trabajando hasta las tantas, y yo seguía con mi cuerpo de jota, después de mi finde de excesos...

Pero allí estábamos, secretamente deseando una clase suave, pero dispuestos a hacer lo que tocara, como se pudo comprobar después. 

Fabio no da tregua. Si vas es para darlo todo. Así que pusimos rumbo al Prado Ovejero (el parque de las cuestas). 

(Yo iba renegando "nooooooooo, cuestas nooooo" porque si no me quejo, no soy yo, ya sabéis)

Dimos una vuelta de calentamiento y después Fabio nos llevó a una zona en la que, para variar, yo no había estado nunca. Al final voy a conocer todos los rincones de ese parque como si fuera mi casa :-P

A ver cómo os lo explico: tuvimos que bajar unos escalones bastante altos, hasta una especie de cauce de riachuelo. Los escalones eran de tierra con listones de madera, muy desiguales...el paraíso de los esguinces.

El primer ejercicio consistía, como ya habréis adivinado, en subir esos escalones. Bajar, y volver a subir, y así...

Ay.

Lo más importante era no apoyar los talones, para correr más reactivamente, es decir, con más empuje y por tanto, con menos esfuerzo y mejor resultado.

Después de la primeras tandas de escaleras, hicimos un circuito. Se trataba de subir las escaleras, girar un poco a la izquierda hasta una bajada (super irregular, llena de piedras y agujeros), un puente corto y una subida algo menos irregular que la bajada. Otra vez girar a la izquierda y volver (en llano, menos mal) hasta las escaleras. 

Cuando terminaba con las escaleras, me costaba que me respondieran las piernas para seguir corriendo. Pero es lo que nos explicó Fabio: en carrera, tienes una cuesta y cuando la acabas, no te paras, hay que seguir corriendo, y este ejercicio nos serviría también para eso. 

Hicimos este circuito con las escaleras del averno y las cuestas malvadas unas cuantas veces. Fabio iba muy pendiente de nosotros todo el rato, haciendo hincapié en lo que os comentaba antes, que apoyáramos el peso en las puntas, aunque fuéramos más despacio. 

Creo que no hace falta que os diga que fue duro de narices. 

Intenté que alguien hiciera fotos, pero pasaron de mi, lógico y normal. De hecho tuvieron la cortesía de no mandarme a la mierda freír espárragos. 

(Hasta que no tenga una go-pro de esas molonas no seré una auténtica runner-bloguera. Y como nunca la tendré porque soy una pobre proletaria...pues os imagináis el circuito como queráis y ya está. Estoy fomentando vuestra imaginación y creatividad xD)

En la última vuelta que dimos al circuito, aumentamos el recorrido, pasando por la super cuesta que hacemos en el calentamiento. 

Si, además de las escaleras, la cuesta abajo maldita de las piedras, seguida de otra cuesta arriba. Aparte, tenía que vérmelas con otra cuesta larguísima.

Os he hablado del calor que hacía? 

Ya que había que hacerlo si o si, y además, SIN ANDAR, cogí mi velocidad babosa y tiré sin pensar. Un pie, otro pie. Y llegué! Tardé un montón, pero llegué! yay!

Y aún no habíamos acabado, amigas. Llegué arriba que no podía respirar, y mientras me recuperaba, Fabio nos explicó el último ejercicio. 

OTRA CUESTA! Pero esta vez una cuesta muy corta pero muuuuuuuy empinada. 

Me daba más miedo bajar que subir. 

Bueno, mi primer miedo era no llegar. El de mi compi Ana también. Y yo me hacía la valiente y la animaba:

 "venga que la subimos aunque sea despacio" 

Pero en realidad estaba pensando:

"Voy a hacer la croqueta"

Lo hicimos las dos divinamente. Lo mejor que pudimos, vaya.

Con esto, por fin, dimos por terminado el entrenamiento y volvimos trotando tranquilamente al gimnasio. Estiramientos, grito de guerra y a morir cada uno a su casa.

Es o no es para estar orgullosa de mis marines naranjas? Pedazo de clase que nos marcamos, cada uno en su nivel, a pesar del cansancio. 

"sky is the limit but skyline is my horizon"

Para los marines el límite es el cielo. Rendirse no entra en los planes.

Después de la clase, algunos nos quedamos estirando más a fondo y otros entrenando para la Hard Running, una prueba de obstáculos a la que los marines se han apuntado.

 (yo voy a ir con los pompones naranjas a animarles xD)

Por cierto, Fabio me dió por fin mi tabla anti-lorzas! yeah! Tienen ejercicios como los de las clases de funcional, es decir, burpees, hindúes malditos, sentadillas...pero también cargadas, planchas, etc. El jueves empiezo, así que el viernes os doy detalles! Muerte a la lorza!

Hoy toca doblete. A muerte con el bodypump y el bodyattack. 

No hay tregua!

Que paseis un buen martes, amigas comentadoras. Mañana más! Y mejor, que ya estará más cerca el viernes!

Muuuuak!

Flor.